"LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENERAL NO ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA", ADVIERTE EXPERTO EN PROCESAMIENTO DEL LENGUAJE NATURAL

Lautaro Borrovinsky, científico de datos con doble titulación en Matemática y Ciencias de la Computación por la Universidad Hebrea de Jerusalén, expresó su escepticismo respecto a la inminente llegada de una Inteligencia Artificial General (AGI), capaz de igualar o superar las capacidades humanas en diversos ámbitos.

"El hecho de que sigamos usando esa misma versión 4.0 de ChatGPTda cuenta de que esa promesa de la Inteligencia Artificial General no estaría tan a la vuelta de la esquina como nos quisieron hacer creer", afirmó el especialista.

Según Borrovinsky, los recientes desarrollos en IA muestran avances en áreas específicas como la generación de imágenes, vídeos y los llamados "modelos razonadores", pero no representan un salto cualitativo hacia una inteligencia comparable a la humana. El experto aclaró que estos sistemas "razonadores" no poseen una verdadera capacidad de raciocinio, sino que utilizan un proceso de auto-verificación denominado "cadena de razonamiento". "Yo le hago una pregunta a ChatGPT, primero responde algo, pero en lugar de mostrarme esa respuesta, se la muestra a sí mismo y se autopregunta: che, esto está bien, esto se puede mejorar, ¿qué opinas de esta respuesta?", explicó.

Las declaraciones fueron realizadas en conversación con Juan Ignacio Guarino en "El Ágora 2025", que se emite por Radio Taboo, donde Borrovinsky analizó el estado actual y las perspectivas futuras de la inteligencia artificial. El científico especializado en procesamiento del lenguaje natural cuestionó incluso la denominación misma del campo: "Para mí es un problema que esta área se llame inteligencia artificial desde un principio. Para mí el pecado original fue llamarla de esa manera allá por el año 1956. Fue un nombre marketinero".

Un tema destacado en su análisis fue el impacto de DeepSeek, el modelo de IA desarrollado en China que ha revolucionado el enfoque de desarrollo en esta tecnología. "Lo revolucionario de DeepSeek tuvo que ver con la eficiencia, con lograr resultados comparables a los modelos hasta ese momento disponibles pero usando menos recursos", señaló Borrovinsky, quien destacó que este modelo permite instalaciones locales en computadoras personales, democratizando así el acceso a esta tecnología.

"DeepSeek mostró que podés hacer cosas parecidas con menos. Entonces, ahora a partir de ahí se revalorizó la eficiencia arquitectónica", explicó el científico, agregando que esto ha cambiado la dirección de la investigación en el campo. Antes, según indicó, la competencia era "a ver quién tiene más parámetros" (conexiones entre las neuronas artificiales), mientras que ahora se enfoca más en la optimización de la estructura.

Borrovinsky también abordó la dimensión geopolítica del desarrollo de la IA, describiendo una "guerra fría" tecnológica entre potencias mundiales. "Meta y Mistral buscan liderar el espacio open source para hacerle contrapeso tanto a DeepSeek como a Queen. Y hay lobby en Europa y Estados Unidos para limitar el acceso a ciertos modelos grandes que están fuera de su control", afirmó, señalando que los modelos chinos ya lideran en Asia y África, y podrían extender su influencia a partes de Latinoamérica.

A pesar de su visión crítica, el científico reconoció que las grandes empresas continúan trabajando en modelos más avanzados, como el proyecto "Q asterisco" de OpenAI, descrito como "un proyecto misterioso y con mucha expectativa" que podría acercarse más al concepto de Inteligencia Artificial General, aunque todavía lejos de cumplir las promesas más ambiciosas.

Borrovinsky concluyó definiendo con precisión lo que realmente son estos sistemas, alejándolos de la imagen popular de "máquinas pensantes": "Un modelo de lenguaje, como ChatGPT, Claude o Gemini de Google, es fundamentalmente un predictor de la siguiente palabra con esteroides, un autocompletar con esteroides". Esta definición, según el experto, refleja con mayor exactitud la naturaleza estadística de estos sistemas, lejos aún de una verdadera inteligencia en el sentido humano del término.