BIOCOMBUSTIBLES: COMIENZA EL DEBATE POR LA NUEVA LEY PERO CON EL FOCO PUESTO EN LA PROTECCION DE LAS PYMES Y LOS PUESTOS DE TRABAJO

Un sector de los empresarios rechazan la iniciativa del bloque oficialista elaborada (aunque no firmada) por el Diputado Máximo Kirchner porque consideran que la reducción del porcentaje de mezcla obligatoria, viola los compromisos ambientales firmados a nivel internacional y le otorga al Estado la facultad de reducir esta mezcla aún más. Del otro lado, dicen que esta ley viene a darle continuidad en un nuevo momento histórico a la que está por caducar, en un mundo con condiciones diferentes al pasado y destacan que es la continuidad de lo que fue una excelente ley.

El debate por el futuro de los biocombustibles que se está planteando en el Congreso y cuyo tratamiento debe ser concretado en pocos días, antes de fin de este mes, tomó una nueva arista con la presentación del nuevo proyecto impulsado por el kirchnerismo que busca darle a la actividad, un nuevo “Marco Regulatorio de Biocombustibles”, el cual comprende todas las actividades de “elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla de biocombustibles”.

De acuerdo a la iniciativa, el nuevo régimen tendría vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030, y entraría en marcha a partir del 12 de mayo de 2021, día en que vence la Ley 26.093. Tal cual está planteada la propuesta oficial, muchos puntos generaron entre los protagonistas el rubro voces a favor y en contra, adelantando lo que sucederá en la Comisión de energía con los diputados de uno y otro bloque político.

A FAVOR:

Como ya lo adelantara www.agendaenergetica.com.ar, el referente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), Federico Pucciarello aseveró que “es una versión mejorada de la actual”, más “aggiornada” a los tiempos que corren, porque la ley actual, que fue excelentemente aplicada durante muchos años, hoy está en un estado obsoleto”.

Recordó además que otorga Seguridad Jurídica, porque brinda una vigencia hasta el 2030, con 5 años de prórroga por el Poder Ejecutivo, cuida a las empresas de escalas pequeñas y potencia la capacidad instalada que brindó la ley 26093 y 26.344 y construye herramientas objetivas para elevar el corte o bajar con parámetros precisos establecidos en la ley, cuidando el empleo, la industria y la macroeconomía. 

EN CONTRA: 

Del otro lado de la vereda se encuentra la opinión del Contador Claudio Molina, quien fundamentó que a su entender no se debería aprobar esta iniciativa tal cual está.

El Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, recalcó que según su análisis “la reducción del porcentaje de corte de los bios en naftas y gasoil, soslaya importantes informes científicos, como uno reciente publicado por la Universidad de Harvard, donde se confirma la existencia de millones de muertes anuales en el mundo, por exposición a los combustibles minerales. En definitiva, esta propuesta atenta contra el ambiente y la salud de los argentinos”, advirtió.

Agregó Molina en un informe enviado a la redacción de este medio que “no se busca transparentar el régimen, evitando en general un buen acceso a la información pública, y en particular, conocer la operación de grupos económicos (¿amigos de la política?) vinculados a la producción de biocombustibles, los que, para obtener ventajas, se atomizan en emprendimientos más pequeños, sin que sea rechazada su operatoria. Llamativamente, ahora se eliminó el acrónimo PYME del presente texto”, explicó.

El estudio es más extenso pero concluye en que está mal fundamentado y redactado, no procura el logro de fuertes consensos propios de una buena política de Estado, presenta tramos muy confusos que llevarán a un aumento de la conflictividad judicial, y en definitiva, busca enfrentar a productores de biocombustibles entre si, en una especie de “sálvese quien pueda” para sobrevivir.

Pero lo cierto es que en una tercera posición, todos coinciden en que con dos relatos totalmente diferentes, lo concreto es que quedó probado que las Empresas Petroleras nunca han respetado el corte obligatorio del Biodiesel, violentando así, la ley 26093, del año 2006. Promulgada por Nestor Kirchner.
Los sectores más afectados hoy acusaron a las megacompañías fabricantes de Biocombustibles, de haber usurpado y apoderarse del Mercado interno, aniquilando a las Pymes y también de haber solamente atendido el creciente mercado Internacional, que era solo lo establecido.

“Una ley que en sus comienzos, se aplicó, y permitió fomentar la creación de muchas plantas en todo el interior de la Argentina, incentivando las economías Regionales, que luego perdió fuerza por el incumplimiento de los responsables”, dijeron fuentes cercanas.