ALERTA POR LA MODIFICACIÓN A LAS SGR: “ESTAS LEYES PERJUDICAN A TODO EL ECOSISTEMA FINANCIERO QUE SOSTIENE A LAS PYMES”

El Gobierno de Javier Milei, en nombre del ajuste, volvió a atacar a las pequeñas y medianas empresas. En una maniobra legislativa silenciosa, eliminó beneficios clave para el financiamiento de las PYMES a través de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), poniendo en jaque a miles de emprendimientos productivos en todo el país.
Mientras la administración libertaria se jacta de bajar la inflación a costa de la recesión, en el Congreso se aprobó recientemente —y con el aval del oficialismo— una reforma previsional que elimina exenciones fiscales a los aportantes de SGR, un instrumento esencial para el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas argentinas.
Con la excusa de financiar un bono previsional, la modificación retira el incentivo fiscal que permite a las SGR ofrecer avales a tasas accesibles, garantizando créditos para más de 100 mil MiPyMEs, lo que se traduce en medio millón de puestos de trabajo sostenidos por el sistema. Las entidades del ecosistema financiero lo advirtieron con claridad: "Estas leyes perjudican a todo el entramado productivo que sostiene a las PYMES en la Argentina federal".
UN GOLPE A LA COLUMNA VERTEBRAL DEL CRÉDITO PYME
El perjuicio no es menor: el régimen SGR mueve avales por más de 3,8 billones de pesos, con un costo fiscal marginal estimado en apenas 0,02 % del PBI. Sin embargo, la reforma impulsa la desaparición de este mecanismo virtuoso que igualaba el acceso al crédito entre grandes empresas y pequeños emprendedores.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario hasta la de Mendoza, pasando por Buenos Aires, Bahía Blanca y Chaco, las entidades del mercado reaccionaron en bloque. En un comunicado conjunto, expresaron que se trata de "una medida inconsulta, regresiva y destructiva que pone en riesgo una de las herramientas más federales y eficaces de inclusión financiera".
EL MERCADO RECLAMA Y MILEI VETA… ¿TARDE?
Ante la catarata de rechazos, el presidente Javier Milei decidió vetar el artículo cuestionado, aunque lo hizo con un mensaje más ideológico que técnico: “Cada cosa que toca la política rompe todo”, publicó en redes sociales al retuitear el comunicado del Mercado Argentino de Valores. Pero lo cierto es que fue su propio espacio el que acompañó la aprobación legislativa.
Además, el veto presidencial puede ser revertido si el Congreso insiste con los dos tercios. La posibilidad de que se confirme este golpe al sistema de garantías preocupa a todos los actores involucrados en la financiación pyme.
EFECTOS INMEDIATOS: CRÉDITO MÁS CARO, EMPLEO EN RIESGO
Las consecuencias de esta decisión ya se sienten: los cheques no avalados por SGR se descuentan con tasas hasta cinco puntos más altas. En un escenario recesivo, esa diferencia puede marcar la supervivencia o el cierre de una empresa. Además, el recorte amenaza con dejar sin respaldo a emprendimientos que no tienen garantías propias pero sí capacidad productiva.
“Se destruye un sistema público-privado que durante más de 25 años funcionó como una red de contención y desarrollo para el país productivo”, señalaron desde la Asociación de SGR. Y agregaron: “Sin estas garantías, miles de empresas quedarán fuera del sistema financiero formal”.
¿AJUSTE A JUBILADOS O ATAQUE A LA PRODUCCIÓN?
El oficialismo justificó la reforma como un mecanismo para solventar el aumento jubilatorio del 7,2 %. Sin embargo, especialistas del sector financiero y economistas señalaron que el costo fiscal de las SGR es infinitamente menor al perjuicio que ocasionará su desfinanciamiento.
“El Estado dejará de recaudar más de lo que gana con esta eliminación, porque las SGR generan empleo, inversión y consumo”, concluyó un informe técnico de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Se trata, una vez más, de un falso ahorro que genera mayor daño estructural.
EL AJUSTE DE MILEI NO DISCRIMINA: TAMBIÉN GOLPEA A QUIENES PRODUCEN Y EMPLEAN
El caso de las SGR vuelve a mostrar el perfil del modelo económico en marcha: un gobierno que desprecia los consensos, liquida políticas virtuosas y aplica recortes sin medir consecuencias sociales ni productivas. En nombre de la “casta”, Milei dinamita también el entramado que sostiene el trabajo y la inversión nacional.