Mientras siguen sus negociaciones con el ENARGAS y le reclaman a la Secretaría de Energía, que se las incluya en los beneficios del Plan Gas AR para desarrollo de la industria gasífera, las expendedoras de gas automotor se enfrentan con casos límites ante la falta de recuperación de las ventas por la crisis sanitaria." /> Mientras siguen sus negociaciones con el ENARGAS y le reclaman a la Secretaría de Energía, que se las incluya en los beneficios del Plan Gas AR para desarrollo de la industria gasífera, las expendedoras de gas automotor se enfrentan con casos límites ante la falta de recuperación de las ventas por la crisis sanitaria." />

ESTACIONES DE SERVICIO DE GNC ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Mientras siguen sus negociaciones con el ENARGAS y le reclaman a la Secretaría de Energía, que se las incluya en los beneficios del Plan Gas AR para desarrollo de la industria gasífera, las expendedoras de gas automotor se enfrentan con casos límites ante la falta de recuperación de las ventas por la crisis sanitaria.

Distintos dueños de estaciones de servicio de GNC, manifestaron a este medio su descontento e incertidumbre ante lo que consideran contradicciones por parte del Gobierno y una falta de comprensión de las distribuidoras, los sindicatos y el fisco de la capacidad perdida de estos negocios por asumir sus deudas.
En un primer momento, la preocupación de las bocas de expendio de todo el país que se dedican a la venta de GNC se manifestó cuando empezó la pandemia del Covid y se vieron imposibilitadas de abonar el cargo fijo de las facturas de las distribuidoras en concepto de “capacidad instalada”, que en algunos casos superan los 50 mil pesos mensuales.
Este detalle no era problema para expendedor alguno cuando aún no existía la cuarentena y los automóviles transitaban normalmente las ciudades, con lo cual “se pagaba solo ese costo”, decían. 
Pero con el cierre de las actividades cotidianas, las operadoras de gas decayeron en el volumen de expendio a cifras de hasta 90% menores a los días normales y la estructura de costos se tornó “impagable”.
Facturas atrasadas, servicio eléctrico y sueldos, por encima del nivel de recaudación de cada establecimiento, llevaron  a los dirigentes de las cámaras empresarias a gestionar algunas ayudas estatales para sostener el rol de actividad esencial de las estaciones de servicio.
Así se alcanzó la ayuda de los ATP, créditos blandos, moratorias impositivas y cuotificación de pago de servicios públicos, aunque no fue suficiente para aquellos estacioneros más chicos o de zonas con menor densidad poblacional.
“El problema no se soluciona pateando para adelante las deudas y manteniendo la exigencia de pagar costos por los cuales no estamos recibiendo el mismo servicio, sino que es urgente que las distribuidoras no cobren el cargo fijo hasta tanto se normalice la economía”, coincidieron algunos dirigentes del interior.
A esto, que no pudo ser solucionado todavía, se le sumó la decisión del gobierno nacional de excluir a las estaciones de servicio del programa de asistencia a la producción y el trabajo que les solucionaba la mitad de la carga de haberes del personal hasta el mes pasado pero que hoy ya no lo tienen.
“Acordamos un aumento salarial con el Ministerio y el sindicato bajo la promesa de que estábamos cubiertos por el ATP pero ahora debemos pagar la nueva escala salarial sin este beneficio”, lamentó un estacionero bonaerense.
La incertidumbre finalmente se agudizó cuando los estacioneros se enteraron que estaban por fuera del Decreto 892 de desarrollo del gas para el 2021 y quedaba sin efecto la Resolución 80/2017 que brindaba un precio testigo de compra mayorista para los estacioneros de GNC.
“Ahora estamos en el peor de los mundos, sin ATP, con intimaciones de los sindicatos para que abonemos los aportes, con amenazas de las compañías de cortarnos el servicio de gas y con la presión de algunos gobiernos municipales de no habilitarnos los permisos si no pagamos las deudas”, finalizó otro expendedor.
Lo cierto es que en diferentes ámbitos los representantes de diferentes provincias esperan seguir profundizando las gestiones y de ser necesario, recurrir a la Justicia para que los ampare ante un panorama incierto de insustentabilidad y quebranto.